(LJ 20/ago): La otra campaña se está redefiniendo
La otra campaña se está redefiniendo: José Martínez
Sección: Política | Publicación: 20.08.2006
KATHIA JASSO BLANCAS
CUERNAVACA, MOR. José Martínez Cruz, integrante de la Convergencia Sindical y Social, consideró que actualmente hay debates importantes que están redefiniendo la otra campaña después de las elecciones “y de alguna manera hay una evaluación distinta de lo que ha sido hasta el momento el proceso entre los diferentes integrantes, sin embargo, aún las posiciones no están totalmente definidas”.
“En primer lugar –dijo– se debe subrayar que la otra campaña aportó elementos durante el período electoral que hicieron reflexionar a sectores importantes de la población sobre la necesidad de una mayor participación política, es decir, no dejar que las burocracias de los partidos, de los candidatos, de los de arriba, propongan una cosa y al llegar al poder hagan otra. Que usen el poder por el poder mismo y se aprovechen de éste”, manifestó.
“En esta perspectiva, la aportación de la otra campaña es indudable, como lograr que la gente de izquierda se organice en un momento en el que muchos sectores políticamente dominantes se orientan hacia posiciones de centro en términos de discurso y de programa, reivindicar una perspectiva de sectores oprimidos y explotados en el país, es una de las aportaciones más importantes”, atajó.
El problema, sin embargo, es que este resultado no vaya acorde con los esfuerzos organizativos que sean los más adecuados para incorporar a esa diversidad aun cuando se plantea hacer otro tipo de política, lo cual está bien pero en la práctica se repiten muchos vicios que se dicen combatir, “mi crítica fundamental dentro de la otra campaña es el sectarismo con que se ha desenvuelto la misma”, expuso Martínez Cruz.
Amplió que una discusión a fondo ha sido que en una política de alianzas, cuando se plantea que hay una amplia participación de diversos sectores en la otra campaña, se ha tenido una definición en contra de otros sectores de la población que están luchando y que eso los polariza y aleja del esfuerzo zapatista a pesar que también provienen de sectores vulnerables, “se mantiene diálogo con algunos sectores pero se excluye a otros”.
Un ejemplo claro de lo anterior, es la coyuntura política actual que ha merecido que algunos sectores se manifiesten después de las elecciones en contra del fraude electoral y se participa en las movilizaciones, sin embargo, integrantes de la otra campaña han considerado que con este tipo de acciones se manifiesta una alianza con los de arriba, lo cual es una visión totalmente incorrecta.
“Estamos defendiendo una voluntad popular que tiene que ver precisamente con la posición de la mayoría de la población que rechaza las políticas dominantes. Este sector de inconformes enfrenta al PRI-PAN, una clara alianza de ‘los de arriba’ y se trata de romper justamente con el neoliberalismo y las políticas dominantes”.
Martínez Cruz consideró de suma importancia que al seno de la otra campaña se diera un debate más claro al respecto de las posibilidades, no de diluirse, sino al mismo tiempo de mantener un perfil de izquierda y socialista, tener vínculos en el movimiento en contra del fraude electoral, como ya lo hacen algunos integrantes de ésta, quienes analizan la participación de la comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Cuando el delegado Zero arribó a la entidad morelense, “desgraciadamente no todos los miembros adherentes fuimos invitados”, increpó el integrante de la Convergencia Sindical y Social, al tiempo que amplió que esto se debió a un prejuicio, porque al participar en las movilizaciones en contra del fraude, se considera que están renunciando a participar la otra campaña.
En suma debe plantearse en primer lugar que un problema de que la otra campaña no analice sus posturas y se “encierre” podría posibilitar un aislamiento, lo cual sería perjudicial para la causa de la izquierda; por otro lado, cuando “los de arriba” impiden que una alternativa, con toda la crítica a López Obrador y a su proyecto, no pase, implica un proceso de radicalización que lleva a coincidir el discurso del candidato presidencial perredista con el del zapatismo.
Lo anterior, sin que se ratifique la visión de “la derecha” en cuanto a una vinculación del lopezobradorismo y el zapatismo como si se tratara de una distribución de tareas, “no es una cuestión de un manejo oculto de cosas, más bien hay dinámicas y en el respeto que cada fuerza debe tener, se puede coincidir, esto podría significar un cambio de correlación de fuerzas en el país”, cerró.
http://lajornadamorelos.com/index.php?module=pagesetter&func=viewpub&tid=1&pid=17739
Sección: Política | Publicación: 20.08.2006
KATHIA JASSO BLANCAS
CUERNAVACA, MOR. José Martínez Cruz, integrante de la Convergencia Sindical y Social, consideró que actualmente hay debates importantes que están redefiniendo la otra campaña después de las elecciones “y de alguna manera hay una evaluación distinta de lo que ha sido hasta el momento el proceso entre los diferentes integrantes, sin embargo, aún las posiciones no están totalmente definidas”.
“En primer lugar –dijo– se debe subrayar que la otra campaña aportó elementos durante el período electoral que hicieron reflexionar a sectores importantes de la población sobre la necesidad de una mayor participación política, es decir, no dejar que las burocracias de los partidos, de los candidatos, de los de arriba, propongan una cosa y al llegar al poder hagan otra. Que usen el poder por el poder mismo y se aprovechen de éste”, manifestó.
“En esta perspectiva, la aportación de la otra campaña es indudable, como lograr que la gente de izquierda se organice en un momento en el que muchos sectores políticamente dominantes se orientan hacia posiciones de centro en términos de discurso y de programa, reivindicar una perspectiva de sectores oprimidos y explotados en el país, es una de las aportaciones más importantes”, atajó.
El problema, sin embargo, es que este resultado no vaya acorde con los esfuerzos organizativos que sean los más adecuados para incorporar a esa diversidad aun cuando se plantea hacer otro tipo de política, lo cual está bien pero en la práctica se repiten muchos vicios que se dicen combatir, “mi crítica fundamental dentro de la otra campaña es el sectarismo con que se ha desenvuelto la misma”, expuso Martínez Cruz.
Amplió que una discusión a fondo ha sido que en una política de alianzas, cuando se plantea que hay una amplia participación de diversos sectores en la otra campaña, se ha tenido una definición en contra de otros sectores de la población que están luchando y que eso los polariza y aleja del esfuerzo zapatista a pesar que también provienen de sectores vulnerables, “se mantiene diálogo con algunos sectores pero se excluye a otros”.
Un ejemplo claro de lo anterior, es la coyuntura política actual que ha merecido que algunos sectores se manifiesten después de las elecciones en contra del fraude electoral y se participa en las movilizaciones, sin embargo, integrantes de la otra campaña han considerado que con este tipo de acciones se manifiesta una alianza con los de arriba, lo cual es una visión totalmente incorrecta.
“Estamos defendiendo una voluntad popular que tiene que ver precisamente con la posición de la mayoría de la población que rechaza las políticas dominantes. Este sector de inconformes enfrenta al PRI-PAN, una clara alianza de ‘los de arriba’ y se trata de romper justamente con el neoliberalismo y las políticas dominantes”.
Martínez Cruz consideró de suma importancia que al seno de la otra campaña se diera un debate más claro al respecto de las posibilidades, no de diluirse, sino al mismo tiempo de mantener un perfil de izquierda y socialista, tener vínculos en el movimiento en contra del fraude electoral, como ya lo hacen algunos integrantes de ésta, quienes analizan la participación de la comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Cuando el delegado Zero arribó a la entidad morelense, “desgraciadamente no todos los miembros adherentes fuimos invitados”, increpó el integrante de la Convergencia Sindical y Social, al tiempo que amplió que esto se debió a un prejuicio, porque al participar en las movilizaciones en contra del fraude, se considera que están renunciando a participar la otra campaña.
En suma debe plantearse en primer lugar que un problema de que la otra campaña no analice sus posturas y se “encierre” podría posibilitar un aislamiento, lo cual sería perjudicial para la causa de la izquierda; por otro lado, cuando “los de arriba” impiden que una alternativa, con toda la crítica a López Obrador y a su proyecto, no pase, implica un proceso de radicalización que lleva a coincidir el discurso del candidato presidencial perredista con el del zapatismo.
Lo anterior, sin que se ratifique la visión de “la derecha” en cuanto a una vinculación del lopezobradorismo y el zapatismo como si se tratara de una distribución de tareas, “no es una cuestión de un manejo oculto de cosas, más bien hay dinámicas y en el respeto que cada fuerza debe tener, se puede coincidir, esto podría significar un cambio de correlación de fuerzas en el país”, cerró.
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