Delegados de la Comisión Sexta del EZLN en Atenco, 30 de Septiembre de 2006
Delegados de la Comisión Sexta del EZLN en Atenco, 30 de Septiembre de 2006
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Transcripciones
Palabras del Delegado Zero.
Presentación de los Compañeros y Compañeras Delegados.
Compañeros, compañeras buenas tardes, les voy a presentar a los compañeros que tienen parte también en la Comisión Sexta:
La compañera Comandante Grabiela es la Delegada Una.
El compañero comandante Zebedeo es el Delegado Dos.
La compañera Comandanta Miriam, es la Delegada Tres.
La compañera Gema es la Delegada Cuatro.
La compañera Comandanta Hortensia es la Delegada Cinco.
La compañera Lupita es la Delegada Cinco y Cuarto.
El compañero Comandante David, el Delegado Seis.
Y el compañero Comandante Tacho, el Delegado Siete.
Compañeros y compañeras, estos son algunos de mis jefes, allá en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en las montañas del sureste mexicano. Algunos de ellos nos dirigieron desde el alzamiento, otros después. Durante estos doce años de lucha, casi trece, ellos son los que nos han dirigido y hemos seguido el paso que nos marcan. Ellos tienen un mensaje que traen de las comunidades zapatistas, de nuestras comunidades para el pueblo de Atenco y, especialmente, para los compañeros y compañeras del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Voy a ceder la palabra.
Comandanta Hortensia
Soy la Comandanta Hortensia, Delegada número 5.
Pues a nombre de mis compañeras bases de apoyo, insurgentas, milicianas, y a nombre de todas las compañeras que ocupan diferentes autoridades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, voy a decir algunas palabras para las compañeras presas en las cárceles del mal gobierno.
Nosotras pues, como zapatistas, sabemos que ustedes están luchando. Conocemos cómo han luchado ustedes. Y sabemos pues que están resistiendo. Y pues, así como tiene su plan el mal gobierno de que quiere pues quitar sus tierras, pero ustedes están en resistencia contra sus planes del mal gobierno.
Por eso, la lucha de ustedes pues es muy importante. Como ustedes, hombres y mujeres, han demostrado su resistencia contra los planes del mal gobierno. Pero también venimos a decirles a las compañeras de la Otra Campaña que están presas pues en las cárceles, que son trabajadoras, estudiantes e indígenas —así como nuestra compañera Magdalena que es indígena—.
Pues nosotras las mujeres zapatistas, pues sentimos pues el dolor que sienten, el coraje y la desesperación que, día con día, sufren en la cárcel del mal gobierno. Pero también, venimos a decirles a las compañeras pues que están en la cárcel, es un ejemplo pues para muchas mujeres, cómo han demostrado su resistencia, su rebeldía pues. Porque es un ejemplo cómo han defendido su dignidad, de no rendirse, de no humillarse pues ante los planes del mal gobierno.
Ese ejemplo que tienen las mujeres, es un ejemplo pues muy importante para nosotras y para otras mujeres.
Porque de esa forma lo están demostrando al mal gobierno y la clase política. Ahí se está demostrando pues, que nunca podrán rendir y humillar a las mujeres y a los pueblos pues que están organizados. De esa forma pues, lo están demostrando las mujeres que están en la cárcel.
Pero también queremos decirles a las compañeras que no pierdan la esperanza de que tarde o temprano van a salir libres, porque ustedes no tienen delito pues. Son inocentes. Su único delito es por defender sus tierras, sus derechos. Es por eso nomás están en la cárcel. Pues eso no es justo.
Así como el gobierno las mujeres no somos nada. Por eso muchas veces pues nos ven como objeto nomás. Y nos toman como botín de guerra. Y muchas veces, se reparten pues entre los que reprimen. Pues eso lo que hace el mal gobierno pues es la injusticia que siempre da a los pueblos. Y es la que ha hecho pues para los pueblos indígenas y campesinos.
Pero, en cambio, la clase política que está en el poder. Pues los que dieron la orden de atacar y los que reprimieron al pueblo de Atenco los días 3 y 4 de mayo, pues ellos están libres. No están en la cárcel los verdaderos culpables. Pero eso no está bien así, sino que deben estar en la cárcel ellos, no las mujeres, no los hombres. Porque las mujeres y los hombres pues no tienen delito. Sólo porque defienden su tierra, defienden su territorio. Por eso nomás están en la cárcel.
Pero los que tienen delito son los gobernantes, los que atacaron pues al pueblo. Pues ellos deben estar en la cárcel, no deben estar gobernando como están ahora. Porque ellos los asesinos, los violadores de los derechos humanos y los violadores de mujeres. Pero para ellos, lo que hicieron no es delito para el mal gobierno. Pero es que ya están acostumbrados. Son lo que hacen de por sí durante décadas. Ya se acostumbraron pues, por eso ya no sienten nada.
Porque es lo que ha hecho pues: asesinar, violar a los mexicanos. Por eso ya no sienten que son delitos lo que hicieron. Por eso, compañeras, es lo que ha hecho y está haciendo el mal gobierno. Por eso debemos unir nuestra voz, nuestra fuerza, para exigir pues, el castigo a los culpables, a los verdaderos responsables intelectuales, a los responsables directos pues de los hechos en Atenco. Porque no es justo. Los verdaderos asesinos están libres. Eso lo tienen que pagar sus delitos.
Pero también, como mujeres, debemos seguir con nuestra lucha, cueste lo que cueste. Porque muchas veces, como mujeres, hay muchas cosas que nos impide luchar, participar. Hay muchas cosas, porque somos mujeres, somos indígenas, somos campesinas. Por eso encontramos muchos problemas, muchos obstáculos. Pero ese no debemos pues hacer caso a los obstáculos, sino que debemos buscar la forma cómo luchar, cómo seguir adelante.
Pero lo que nos debe quedar claro es que no debemos pedir permiso a nadie. Mucho menos vamos a pedirle permiso al mal gobierno. Porque los malos gobernantes, pues ellos, si pedimos permiso nunca nos van a dar. Y además, sólo nos traen muchas cosas pues que no es para el bien de los pueblos. Sólo nos prometen cosas, nos engañan, nos manipulan, nos da todo pues lo que no está bien. Es lo que han hecho pues durante muchos años.
Los malos gobernantes nunca se han preocupado para resolver los problemas de los pueblos, sino que han tratado de destruir a los pueblos indígenas y campesinos. Por eso, con los malos gobernantes no debemos ya esperar nada de ellos. Sino que nosotros, los hombres, las mujeres, los niños, los jóvenes, los ancianos, debemos organizar nosotros. Para que tengamos pues lo que queremos.
Pero también, queremos pues decirles nosotras, las mujeres indígenas zapatistas, y las mujeres de la Otra Campaña, debemos buscar la forma cómo luchar y debemos luchar pues por la libertad de los presos y presas de Atenco. Pero no sólo, sino que también debemos luchar por la libertad de todos los presos políticos que están en los diferentes cárceles de México.
Por último, quiero decirles a las mujeres de Atenco, a la compañera Magdalena que es indígena, y a las compañeras de la Otra Campaña, que no se rindan, que no se desaniman. Nosotras, las mujeres zapatistas, estamos con ustedes. Y seguiremos luchando por la libertad de todos ustedes. Por eso, pues nosotras, todas las mujeres zapatistas de Chiapas, estamos con ustedes y lo acompañamos siempre. Es toda mi palabra, muchas gracias.
Comandante David
Muy Buenas tardes compañeros y compañeras del pueblo combativo de San Salvador Atenco. A nombre de las compañeras y compañeros, hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y también a nombre de los compañeros y compañeras de los Consejos Autónomos, de los Municipios Autónomos. Y de las Juntas de Buen Gobierno de las zonas zapatistas.
Compañeros y compañeras, quiero decirles algunas palabras a nombre de todos nuestros compañeros que ya he mencionado. Sabemos de ustedes, conocemos su pueblo, sabemos de sus luchas, pero sabemos sobre todo el dolor y sufrimiento que padecen ustedes.
Ustedes como pueblo campesino, como pueblo pobre, como trabajadores, trabajadoras, han sufrido de alguna manera el desprecio, las persecuciones, las cárceles, las torturas, y hasta la muerte de algunos de sus seres queridos. El delito que tiene ustedes como pueblo, tan solo es defender sus derechos como pueblo. Defender sus tierras, defender su patrimonio. Ese es el delito que tienen ustedes como pueblo, como todos los pueblos. Eso es.
Por eso, entonces, los malos gobernantes, cuando el pueblo empieza a defender su derecho lo que hacen es meterlo a la cárcel, reprimirlos, con el fin de que se quede callado para siempre. Eso es lo que están haciendo los malos gobernantes. Pero ese mismo dolor compañeros y compañeras, que sufren ustedes, eso es exactamente lo que sufrimos todo los pueblos indígenas de todo el país. De todos los campesinos, de todos los obreros y obreras, de toda la clase trabajadora que hay en nuestro país. Sufrimos lo mismo. Sufrimos cárceles, persecuciones, asesinatos o desapariciones.
Todo eso sufre el pueblo compañeros y compañeras. Cualquier pueblo, cualquier hombre o mujer, que levante la voz tiene que ir a la cárcel o tiene que pagar con la muerte. Esto es lo que viven los pueblos de ahora. Y este sufrimiento, este dolor, no es nada nuevo. Lo sufrieron nuestros padres y abuelos. Y hasta la fecha seguimos. Muchos de nosotros nos preguntamos ¿cuándo termina ese dolor y sufrimiento? ¿cuándo? Todo mundo se pregunta. Y la respuesta, como que nadie nos da.
Compañeros y compañeras, el dolor y sufrimiento que tenemos todos, ningún gobierno, de ningún partido, ha querido resolverlo. Porque los que llegan a gobernar no gobiernan para el pueblo. No son gobiernos del pueblo. Tan solo son representantes o fieles títeres de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros. ¿Cuándo ellos van a gobernar para el pueblo y por el pueblo? Si solamente ambicionan en poder y el dinero, sin importar la vida del pueblo, la vida del país. Aunque día y día llenan la boca de decir de que los gobiernos están con el pueblo y luchan por el bienestar del pueblo, no es cierto. Es mentira compañeros.
Tenemos muchos ejemplos en todas partes. En cualquier estado, en cualquier pueblo donde lleguemos, lo único que podemos oír y escuchar son lamentos de nuestros pueblos. De hombres, mujeres, de niños y jóvenes. Donde quiera hay dolor y sufrimiento. Compañeros, compañeras, ese dolor, ese sufrimiento que tenemos, no tendrá solución si el mismo pueblo no se organiza, si el mismo pueblo no toma conciencia de su realidad. Porque de allá arriba, jamás vendrá la solución de nuestros problemas y necesidades. Jamás.
Entonces, estamos claros que la solución está en las manos del pueblo, está en el mismo pueblo. Está en los hombres y mujeres valientes. Está en los niños, está en los jóvenes y ancianos, quienes quieren, de veras, un pueblo, un país justo, democrático —como dicen los partidos—. Pero de otra parte no vendrá nuestra libertad, no vendrá la democracia y la justicia. Está en las manos del pueblo. Está en todos los pobres. Está en toda la gente honesta, en toda la gente que de veras ama a nuestra patria. Está ahí la solución. Pero de los partidos, de los malos gobernantes, jamás vendrá la libertad de nuestros pueblos.
Esos gobernantes, esos que están en el poder, sólo van a estar entregando a nuestro país en manos extranjeras. Van a seguir saqueando la riqueza de nuestra nación, mientras el pueblo se queda con el hambre y la miseria. Mientras ellos les va a sobrar de todo. Eso es lo que van a hacer. Van a seguir entregando a nuestro país a las grandes empresas nacionales y extranjeras. Eso es lo que van a hacer, eso es lo que están haciendo.
Entonces, ¿cuándo podemos esperar la solución de nuestros problemas?, ¿cuándo se van a responder, cuando se van a solucionar las justas demandas de nuestro pueblo? No, compañeros y compañeras. Si nosotros como pueblo, si nosotros como pueblo y trabajadores, si nosotros como indígenas y campesinos, si no nos organizamos, si no luchamos, vamos a vivir toda la vida jodidos, como decimos.
Por eso, compañeros, compañeras, el único camino que tenemos es organizarnos, es unirnos, es no callar ante las agresiones, ante las amenazas de los malos gobernantes. Así como hacen ustedes, los compañeros y compañeras de San Salvador Atenco, han defendido sus tierras, su patrimonio, sus derechos como pueblo. Hombres, mujeres, niños y jóvenes, eso es la única manera, la única forma para poder defendernos.
Entonces, que no nos olvidemos. Que tengámoslo bien claro: la solución de nuestros problemas está en nuestras manos. Está en la organización, está en la unidad de todos. Está en la toma de conciencia. Ahí está la solución, hermanos y hermanas. Por eso, para nosotros, como ustedes de San Salvador Atenco, les decía en un principio, tenemos conocimiento de sus luchas, un poco de su historia —no mucho—, pero tenemos la idea de que ustedes han venido luchando siempre por defender sus derechos.
Por eso les queremos decirles, y esto es precisamente el mensaje que traemos para ustedes de nuestras bases, de nuestros pueblos zapatistas, de que ustedes no se rindan y no se vendan. De que ustedes, como pobres, como campesinos, como trabajadores y trabajadoras, que nadie se venda, ni se rindan. Sabemos que cada día aumentan las amenazas y las persecuciones de parte de los malos gobernantes. Pero les pedimos que no se rindan, no se humillen.
Ustedes como pueblo y como todos tenemos el derecho de reclamar la justicia, la libertad. De que algún día de veras seamos tomados en cuenta. Porque somos pueblos, porque somos parte de la nación. No podemos estar callados ante las injusticias, ante la explotación, ante la destrucción de nuestro país. No podemos estar callados. Tenemos ese deber y obligación de levantar nuestra voz, de unir nuestra fuerza para luchar por la libertad de nuestra patria, por el bien de nuestra nación. Tenemos ese deber y obligación.
Lo que nos da tristeza es que hay muchas veces en los pueblos cuando muchos no alcanzan a entender —de veras y nos da tristeza—, hay hermanos y hermanas, hay compañeros y compañeras, que todavía no llegan a entender de que nosotros como ciudadanos, como hombres y mujeres, tenemos ese deber de luchar y de organizarnos. Y cuando no todos llegamos a entender, por eso muchas veces viene la división, vienen las contradicciones. Hay hermanos y hermanas de cada pueblo nos empiezan a atacar, nos empiezan a contradecir. Nos empiezan a decir que somos unos alborotadores. Que somos unos locos, que sólo queremos causar desorden en nuestro pueblo.
Pero queremos decirles a todos, a todos los pueblos: nosotros, no sólo porque queremos alborotar a la gente, o porque seamos unos locos que no entendemos la razón. No compañeros y compañeras. Nosotros, y ustedes, los que estamos en la lucha es porque llegamos ya a entender de que como pueblos, de que como seres humanos, debemos vivir honestamente y dignamente pues. No podemos vivir bajo las órdenes de los que siempre allá arriba mandan y ordenan la destrucción de nuestro país.
Nosotros como pueblo tenemos ese derecho de que nos organicemos. De que el mismo pueblo se organice y se gobierne. No vamos a estar para siempre bajo las órdenes de unos personajes que siempre ambicionan sólo el poder y el dinero. Y que a costa de todos los pueblos, se llenan sus bolsas de dinero. Y quieren estar para siempre en el poder, mientras el pueblo va a seguir con el hambre y la miseria.
Hermanos, compañeros y compañeras, pues éste es entonces el mensaje que les traemos de parte de nuestros pueblos. Que no se rindan, que no se vendan. Que sigan organizándose, que se mantengan unidos. Que se mantengan firmes, a pesar de las grandes amenazas y persecuciones que tienen. Eso es lo que queremos decirles.
Y no los vamos a dejar solos. A Salvador Atenco, con sus luchas, con su resistencia y con todo lo que tiene que hacer. No los vamos a dejar solos hermanos y hermanas. Vamos a estar cerca de ustedes. Vamos a estar pendientes de ustedes. Y para esto, lo que les estoy diciendo compañeros y compañeras, vamos a dejar una pequeña comisión que va a estar cerca de ustedes. En la capital de nuestro país van a permanecer compañeros comandantes y comandantas. Y precisamente va a quedar la Comandanta Grabiela, la Comandanta Miriam y el Comandante Zebedeo. Van a permanecer aquí en la capital de nuestro país, para estar pendientes de lo que suceda en sus pueblos, en San Salvador Atenco, sobre todo.
Pues así es pues compañeros y compañeras. Van a estar aquí unos compañeros que van a estar pendientes de ustedes también. Porque sabemos que ustedes están luchando, están defendiendo una justa causa. Eso es lo que queremos. Que haya muchos compañeros y compañeras por todos lados. Porque esta situación en que vivimos, no se va a poder cambiar si los pueblos no se organizan. Porque los que están gobernando —como ya les dije hace rato—, solamente están defendiendo un sistema injusto que es el sistema capitalista y neoliberal. Es lo que está destruyendo y acabando nuestro país. Y esos gobiernos, esos partidos políticos, son el sostén de este sistema injusto pues.
Para acabar con ese sistema injusto, solamente si los pueblos se organizan y luchan por cambiar pues. Solamente así compañeros y compañeras. Porque de otra manera, vamos a seguir siendo siempre explotados, humillados y olvidados. Mientras ellos, los que tienen el poder, van a estar cada vez más ricos. Y los pobres que somos, vamos a ser cada vez más pobres y jodidos. Por eso, entonces, vamos a tener que organizarnos como el único camino que tenemos todos.
No importa de qué pueblo, de qué estado. Lo que se necesita es la unidad de todos. Es la organización de todos. Cada quien en su pueblo, en su estado, en su propio pueblo donde ha nacido y crecido, allí tenemos la tarea. Allí tenemos que dar la lucha compañeros y compañeras. Pero todos, coordinados. Solamente así, algún día vamos a poder ver nuestra patria libre. Nuestros pueblos que tengan los derechos que merecen. Pero de otra manera, no. Siempre vamos a estar los campesinos sin derecho a la tierra, sin derecho a la salud y educación. A los trabajadores, sin derecho a un trabajo digno, a un salario justo y a todas las prestaciones de vida.
Entonces, no vamos a tener si nosotros los pueblos no nos organicemos. Entonces, por eso les pedimos pues, de que ustedes también aquí sigan organizándose. Sigan uniéndose y sigan hablando con los demás hermanos que todavía no alcanzan a entender. Esperamos que algún día llegan a entender también. Y van a estar con nosotros, van a luchar con nosotros. Si hasta ahora no alcanzan a entender es porque los grandes políticos y los malos gobernantes también están allí duro y duro para que no se den cuenta de la realidad. Buscan mil maneras para adormecer a los pueblos, para confundirlos, para calmarlos. Eso es lo que están haciendo los malos gobernantes en todas partes. Y tratan de dividir a los pueblos, para que entre pueblos se peleen, para que entre pueblos se maten. Eso es lo que están buscando los malos gobernantes y los partidos políticos. Quieren que nos dividamos, quieren que peleemos entre hermanos. Y nosotros vamos a luchar, entonces, por despertar la conciencia de nuestros compañeros y compañeras para que algún día de veras nos unamos como hermanos, nos unamos como compañeros de lucha, pero con un solo objetivo. Eso es lo que vamos a decirles entonces. Eso es el mensaje que traemos.
Entonces, vamos a seguir pendientes de ustedes. Como ya les dije, los compañeros van a permanecer en la capital. Y mientras, nosotros vamos a seguir otras actividades. Y además de todo eso, para que se difunda a nivel nacional e internacional. Para que todo mundo sepa lo que han vivido, lo que viven ustedes en San Salvador Atenco, de todo lo que ha pasado, vamos a tratar de difundir a nivel mundial, a nivel pues internacional. Vamos a tratar de abrir los caracoles, para que desde ahí, vamos a dar las informaciones. Vamos a difundir pues sus luchas, su resistencia. Pero necesitamos que ustedes sigan adelante pues compañeros y compañeras.
Entonces, a ver cuando tengamos oportunidad de estar con ustedes, vamos a estar con ustedes. Pero aunque no estemos aquí físicamente, sépanlo que vamos a estar. Aunque estemos de alguna parte, pero de corazón y de espíritu aquí vamos a estar con ustedes. Pues es lo que queremos decirles, hermanos y hermanas, compañeros y compañeras. Entonces, sigamos adelante. Digamos: ni un paso atrás, compañeros. Esto es lo que quiero decirles. Entonces, pues esa es mis pequeñas palabras y muchas gracias por escucharme pues. Gracias compañeros.
Comandante Tacho
Buenas tardes compañeros y compañeras. Soy el compañero Tacho, Delegado 7 y, en nombre de nuestros compañeros y compañeras bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, queremos dirigirles unas palabras.
Compañeros y compañeras, niños, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres dignos, combativos, del pueblo de Atenco. Nosotros, comandantes y comandantas hemos sido nombrados por nuestros compañeros bases de apoyo parte de la dirección política del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, Comandancia General. Hemos venido para hablar con ustedes. El cual hemos recibido la orden de nuestros compañeros y compañeras de nuestros pueblos, bases de apoyo, y estamos cumpliendo. Y aquí estamos con ustedes.
Sabemos de la constante lucha que ustedes han emprendido y han decidido desde años anteriores, cuando aquí, en estos suelos y bajo este cielo, del pueblo de San Salvador Atenco, el mal gobierno intentó construir un aeropuerto. El cual, sabemos, que a ustedes sólo se les ofreció 8 pesos por metro cuadrado, cuando este mal gobierno iba a vender, por lo menos, decimos que a 200 pesos. El cual, ellos se iban a enriquecer a costa de ustedes los campesinos y campesinas de este digno pueblo de San Salvador Atenco.
La difícil y larga batalla que ustedes han emprendido, estuvimos pendientes de esta larga lucha, de esta larga batalla y de esta difícil decisión que ustedes tomaron para defender las tierras.
Nosotros sabemos que sin la voluntad de ustedes, los gobiernos han atentado contra la voluntad de este pueblo de San Salvador Atenco, el cual ustedes decidieron resistirse y defender hasta el último momento, con todas las consecuencias que venían posteriormente. Esa decisión que ustedes tomaron, fue ejemplo para muchos campesinos e indígenas, campesinas e indígenas, hombres y mujeres.
Porque en los distintos puntos del territorio nacional esto que pasó en este pueblo, está ocurriendo en otros lados de nuestro territorio nacional. Con otras formas, pero con las mismas mañas. Es decir, que a los campesinos e indígenas de estos suelos quieren despojarnos, con la intención —otra vez— una nueva conquista, como en tiempos del porfiriato. Pero ahora con sus famosos programas y proyectos, empezando por Procede. Es decir, como un programa, y luego sigue el Procecom.
Estos son instrucciones de su patrón, de sus amos de estos malos gobiernos. Nosotros ya les caímos, ya sabemos lo que intentan hacer con las comunidades, con los campesinos, las campesinas, los trabajadores, los ejidatarios, los comuneros. Eso es lo que pretenden hacer. Todo esto que ha ocurrido con ustedes. Estos capataces de los gobiernos están cumpliendo las órdenes de su amo y patrón. Pero no sólo nos quieren quitar la tierra, nos quieren en nuestros suelos, ser sus esclavos. Porque nos quieren quitar las tierras, las aguas, los manantiales, los ríos, los lagos y todo lo que en ella encierra. Nos quieren quitar nuestra cultura.
Nos quieren hacer que nosotros creamos que todos somos iguales, y no es cierto. Nosotros sabemos que no. Que hay una desigualdad, porque unos, los capitalistas, los que conforman este sistema capitalista, son ricos. Y la mayoría de mexicanos somos pobres. No podemos nosotros aceptar de que somos iguales. No es cierto compañeros y compañeras. Hay una desigualdad muy grande. Nosotros no tenemos nada. Y por eso luchamos. Porque somos dignos de poseerlas.
Así como ustedes son dueños de la tierra y todo lo que en ella encierra, pues igual, todos tenemos derechos. No sólo los capitalistas, no sólo los que tienen dinero van a poder hacer sus cosas. No, nosotros también. Ustedes, y todos los mexicanos más empobrecidos de estas tierras tenemos derecho. Sólo que ahora no los están intentando arrebatar, y nosotros, ustedes, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, por eso luchamos. Para otra vez volver a su lugar —como dijo nuestro General en Jefe Don Emiliano Zapata—, que la tierra sea para quien la trabaja. Que realmente sea eso y que no nos arrebate este sistema, los dueños del dinero, el capitalismo.
Estos planes de estos malos gobiernos es para destruirnos, es para acabarnos, es para que sus planes se puedan llevar a cabo, con los otros gobiernos de los países ya no sólo capitalistas. Son el nuevo grupo de ricos, el cual los identificamos como el neoliberalismo. Lo que quieren es que las mejores tierras, que los mejores lugares más bonitos donde vivamos, puedan poner sus centros de diversión, sus centros turísticos. Sus grandes tiendas, sus grandes negocios, sus grandes comercios. Eso es lo que pretenden hacer.
Nosotros no los vamos a dejar. Vamos a luchar hasta las últimas consecuencias, así como ustedes han luchado hasta las últimas consecuencias. Nosotros sabemos que ustedes, los compañeros y las compañeras de San Salvador Atenco, por defender a otros campesinos, a otros compañeros productores de flores, la soberbia del enemigo cobró lo que ustedes ganaron antes, cuando no los dejaron hacer la pista de aviación. Tomó venganza el mal gobierno y, por eso, hay compañeros y compañeras injustamente encarcelados. Su delito es por luchar y defender.
Nosotros sabemos que la difícil situación que ustedes —por culpa del mal gobierno— han sufrido, compañeros y compañeras: violaciones, torturas, golpes, asesinatos, persecución. Todo eso ustedes han sufrido. Nosotros sabemos de compañeros dirigentes de ustedes, como el compañero Ignacio del Valle, como el compañero Felipe y el compañero Galindo. Están en las cárceles de alta seguridad, como si fueran unos criminales. Y los que verdaderamente son se pasean y viajan en otros países.
Nosotros, los que luchamos por nuestros derechos, para defender lo que nos corresponde, eso sí, para nosotros la cárcel, para nosotros la muerte, para nosotros la persecución.
Nosotros, ustedes compañeros y compañeras de San Salvador Atenco han sido un ejemplo para muchos y muchas compañeras, y lo han demostrado. Y hoy, venimos a decirles compañeros y compañeras de este digno y heroico pueblo de Atenco que, en nombre de nuestros compañeros bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños, les decimos que no los vamos a dejar solos. Que no los vamos a abandonar. Que vamos a seguir luchando por nuestros compañeros presos y presas, hasta conseguir que sean libres de las cárceles.
También queremos decirles que no se confíen de los políticos de los partidos políticos, porque esos son hijos y son productos de este sistema capitalista. No van a hacer nada en favor de nosotros. Y aquí, en San Salvador Atenco nos lo han demostrado. Que no importa quién esté en el poder, sólo basta que estén, porque ejercen las mismas instrucciones que les dá su amo y patrón. Por eso les decimos a ustedes que no se confíen de esos políticos de los partidos políticos. Eso sí, les decimos eso porque ellos sólo cumplen órdenes y están dispuestos a cometer y a hacer injusticias ante nuestro pueblo, como aquí en San Salvador Atenco.
Nosotros, el Ejército Zapatista, queremos decirles a ustedes que sigan luchando, que no se vayan a rendir, porque nosotros vamos a seguir luchando con ustedes, y por nuestros compañeros y compañeras presas que hoy están privados de su libertad. Esos políticos sólo se cambian de nombre y tienen la misma cara. Son producto de un sistema creado por más de 70 años y sólo se están poniendo los nombres. Y son los mismos. En ellos no vamos a esperar nada, porque no harán nada por nosotros.
Nosotros tenemos que luchar, nosotros tenemos que buscar lo que realmente merecemos y lo que nos corresponde por derecho. No dejemos compañeros que nos arrebaten. No dejemos engañarnos. Sigamos luchando. Los llamamos a todos a que no se rindan, a que sigamos luchando. Y que ustedes, les pedimos, que ni un paso atrás. Muchas gracias.
Palabras de la Comandante Gema
Compañeros, muy buenas tardes a todos en general. Compañeras y compañeros.
Hoy en este día que estamos aquí en San Salvador Atenco venimos a presentar a nuestras compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Hoy aquí estoy, soy la delegada zero, el numero cuatro. Les voy a platicar como nosotros las compañeras, allá en Chiapas, o sea las compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, porqué nosotros las mujeres, como empezamos a organizarnos. Nosotros, las mujeres, empezamos a organizarnos para que seamos respetado, porque ya llevamos muchos, muchos años que el mal gobierno pues no nos reconoce como mujer indígena. Nosotras como mujeres, las indígenas, pues nos tiene muy olvidado, no nos reconoce, no nos ha tomado en cuenta, no nos, no nos a dado el derecho a ocupar en otros puestos pues, que nosotros también podemos dirigir, pensar, opinar. Por eso nosotras las mujeres, pues nos empezamos a organizarnos.
Ahora nosotros, pues más o menos ya estamos dando el paso cada día, allá en estado de Chiapas, las compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que también ese nos a dado pues, el, el ejemplo pues también a otras compañeras luchadoras de mucho más antes, de que también se organizaron, y también nosotros tomamos ese ejemplo para seguir adelante. Y atrás de nosotros vendrán otras compañeras, así como ustedes, pues han dado ese paso también a organizarse, a luchar, a demostrar con el mal gobierno, que también en todas partes de nuestro territorio, que es México, que también las compañeras indígenas, sea indígenas o no indígenas, pero también todo valemos y podemos opinar y pensar y participar, no sólo a los compañeros hombres, que también ellos tienen esa libertad, sino que también nosotras las mujeres podemos pensar y opinar, dirigir, según el cargo que nos de nuestros pueblos. No nosotros vamos a buscar cargo, sino que el pueblo nos ha dado también ese, ese, esa libertad pues, de participar.
Y ahora pues allá, también las compañeras les queremos platicar para que ustedes escuchen que también ya, allá han dado unos pasos, porque también ya empiecen a ocupar cargos de la Junta de Buen Gobierno las compañeras mujeres, también se está organizando para que también sigan adelante, en, en todo, en todos los trabajos. Por ejemplo, en los promotores de educación o las promotoras de salud, pues también nos estamos trabajando allá con las compañeras, y en otros trabajos organizativo, en artesanía o en trabajo de, de, de las compañeras pues, como parteras, herbolaria y en huesero pues, o sea se está organizando para, para ver pues, para, porque el mal gobierno no nos a tomado en cuenta, no nos ha reconocido pues nosotros, que nosotros nos levantamos en armas el 1 de enero 94, que nosotras las mujeres, pues principalmente en cada momento, en cada día, pues lo necesitamos, lo que es la salud en todo momento, porque sin la salud, pues también nosotros no podemos hacer nada, y eso pues esas compañera, cada día que sufren con sus hijos y sus hijas, principalmente a las mujeres, porque también sufrimos por el parto y otras enfermedades, pues esas compañeras, se están organizando para trabajar, para, o sea, para, para atender pues en los, en las enfermedades simples, que no, que no necesita un médico. Pero en enfermedades que son peligrosas que necesita un médico, pues las compañeras, pues si ya salen a acudir a un médico, a un hospital, pero también se están organizando en otros trabajos, como ya dije.
Y eso queremos que también a ustedes compañeras de San Salvador Atenco, que no se desanimen, que nosotros también le estamos apoyando, aquí estamos con ustedes y esperamos que ustedes no se dejan, si ya tienen un trabajo organizativo, pues sigan adelante, y ustedes van a ver que trabajos podrán hacer más para avanzar y para resistir.
Y esperamos que ustedes, que no se rindan, aunque las compañeras han sufrido, nosotros lo escuchamos, lo vimos, lo sentimos también ese, ese dolor el día 3 del 4 de mayo, eso nosotros nos dolió mucho también como mujeres, y eso nos da mucho coraje que el gobierno, que el gobierno en ellos pues andan en la calle tranquilo con su familia, mientras a otras compañeras están en la cárcel por defender la justa causa, por su lucha o por defender la tierra, y eso a nosotras como mujeres, ese nos da mucho coraje.
Y no, nos vamos a dejarnos pues, que nos manipula, que nos ve como un objeto o como su, o que nos ve como un animal, no compañeras, nosotros tenemos ya el derecho que, de luchar, y ya empezamos hoy compañeras, o ya empezamos hace muchos años y, ese no nos vamos a dejarnos a que los gobiernos y a la policía que nos siga asustando, manipulando.
Ya no vamos a permitirnos a que nos haga como ellos quiero, quieren esos malos gobernantes, tenemos que demostrar nosotros, incluso, así como ustedes, hay muchas compañeras, que, que están en la cárcel pues, pues, esperamos también a las compañeras que les llegue este mensaje, que nosotros que estamos cada uno en sus corazones, hombres y mujeres.
Esperamos también compañeras, que sigan adelante, aunque como dice el gobierno, que nosotros no tenemos el derecho de hablar, de participar, como mujer, no es cierto compañeras, nosotros vamos a luchar si con ley o sin ley, pero ya empezamos. Nosotros tenemos que ir construyendo lo que nosotros queremos ¿quién lo va a construir?: nosotros como mujeres, hombres en general, niños y niñas, porque también las compañeras que ya son de mayores de edad, pues son ellas, son ejemplares que van a dar ese ejemplo con sus hijas y con los que vendrán, en los que no están presentes todavía, pero son ellas, son ejemplares.
Por eso compañeras les pedimos, las compañeras de San Salvador Atenco tienen que estar bien puesto, pase lo que pase, nosotros también allá, con las compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, pues también estamos al lado de ustedes y no los vamos a dejarles solos.
Y también les decimos a las compañeras que están en la cárcel, los compañeros, que también tienen que estar firme su corazón, su conciencia, su moral, porque han demostrado con el pueblo de México, el mundo, que están en la cárcel, pero están luchando, y están luchando por una causa justa, para defender la tierra.
Y también les pedimos a las compañeras, sus familiares, a las compañeras y los compañeros que están en la cárcel, que no se desanimen, aquí estamos con ustedes compañera, también los compañeros que sufrieron en esos momentos el 3, el 4 de mayo, pues también les agradecemos que ellos están firme y que sigan adelante.
También les pedimos a las compañeras de San Salvador Atenco y a todo en general, que sigan adelante compañeros, que luchen y que no se desanimen, así es el malos gobernantes, cuando nosotros luchamos por una justa, por una justa, digna, pues, pues nos responde pues a balazos, pero eso no vamos a tenerle miedo, que lo escuche bien, a esos, a esas, a esos federales, la policía, y el gobierno, que nosotros no tenemos miedo la bala. No compañeros, pase lo que pase, si nos quiere acabar, pues ya somos mucho en todos países, en todos los, en todas partes pues de nuestro territorio que es México, pues ya hay muchos compañeros que ya están organizadas y participando. No compañeras, no vamos a tenerles miedo a esos gobiernos, y ya no nos vamos a dejarnos como mujer que nos haga todo lo que ellos quieren.
Y no vamos a tenerles miedos pues que, como nos dice, nosotros las mujeres, pues somos más, más olvidadas pues, pero es en donde vamos a demostrarle pues el gobierno que no tenemos miedo la cárcel, así como esas compañeras que sufrieron, pues lo están demostrando ahora que ellos están firmes pues y siguen adelante con nosotros, y también a nosotros las zapatistas, pues ahí estamos.
Y es todo mi palabra, compañeros, espero que entendieron algo de que nosotros, que lo traemos allá en, en estado de Chiapas, y es todo compañeros y les agradezco mucho, y me da mucho gusto de estar con ustedes, porque aquí estamos personalmente, aunque no están todas las compañeras bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, pero aquí estamos nosotros. Pues es el mensaje que venimos a dejarles a ustedes compañero y me da mucho gusto que estar con ustedes y que sigan adelante y que no se desanimen compañero.
Palabras del Comandante Zebedeo
Por último el Comandante Zebedeo.
Buenas tardes compañeras y compañeros, niños, jóvenes, ancianas y ancianos.
En el nombre de los pueblos en lucha y en resistencia, bases de apoyo de nuestro Ejército Zapatista de Liberación Nacional, me han asignado, me han nombrado, pues, de quedarme con ustedes, conocerlos, conocernos. Y si ustedes nos invitan a una plática, también les voy a compartir o les vamos a compartir con las dos compañeras, compañeras, y el servidor de ustedes, de las experiencias que tenemos de cómo estamos también allá caminando, construyendo la esperanza, construyendo el futuro y enseñarles a nuestros niños de que también ellos aprendan a luchar , porque luchar no se aprende en la escuela, en la escuela, a veces sólo aprenden allí el individualismo, -me estoy refiriendo de la escuela oficial-, porque también dentro de la autonomía también tenemos educación, y pues yo voy a estar pendiente por ustedes, mientras el compañero Subcomandante Insurgente Marcos también hace su cometido, lo que el mundo ya sabe.
Pues como ya fueron mensajeados de que vamos a seguir luchando por la liberación del compañero Ignacio del Valle, creo que de cariño, le decimos Nacho del Valle, también a los compañeros y otros compañeros presos. Vamos a seguir en pie de lucha, que no resignemos nuestra lucha, que esos machetes que veo yo en las manos del lado izquierdo, que mantengamos ese callo en las palmas, nuestra mano para defender la tierra, para trabajar la tierra, para producir el alimento básico del pueblo, ya que si no hay ese alimento básico, pues pierde la resistencia del pueblo, se acaba el futuro.
Compañeros y compañeras, es una alegría estar con ustedes, me gusta conocerlos, les decía al principio, y pues, repito, si ustedes invitan en los domingos, tal vez lunes, a sábado, tal vez no, porque también ustedes se ocupan en el trabajo de diferentes trabajos que nos ocupamos para mantener la familia, pero en los domingos, si ustedes nos invitan, aquí estoy con ustedes, ya les dije, a compartirles.
Creo que es el único camino que tenemos que seguir adelante, ya todo las palabras que dijeron los compañeros Comandantes, Comandantes presentes en frente de ustedes, ya no va haber otra esperanza si no nace la luz en el corazón de cada uno de ustedes, a cada uno de nosotros.
Podemos pensar el tiempo de Carlos Salinas nos ofreció modernidad, no hubo nada. Llegó Zédillo, ofreció bienestar familiar, también no hubo nada. Luego llegó un marrano que dijo en su campaña: hoy, hoy, hoy; y no hubo nada. Luego otra vez estamos esperando otro mentiroso que un gobierno de empleo, que nunca va a haber el empleo. Si nosotros no vamos a inventar ese trabajo, ese bienestar, en nuestros pueblos, en nuestras comunidades, en nuestro estado, en nuestro municipio, en nuestro país, jamás va haber esa esperanza.
Pues es todo compañeros, y es una alegría estar con ustedes y muchas gracias.
Palabras del Delegado Zero al final del acto.
Compañeros y Compañeras de Atenco y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, como lo anunció el Comandante David, el día de mañana empezamos una campaña nacional e internacional por la libertad y la justicia para los presos y presas de Atenco.
El día de mañana se abren los caracoles y empieza a difundirse ahí, la lucha de Atenco y las injusticias cometidas por el mal gobierno.
El 30, 31 de diciembre y el 1 y el 2 de enero, en el marco del 13 aniversario del alzamiento, va haber un Encuentro Internacional de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, donde también vamos a difundir esta lucha. Y el día 9 de octubre empezamos la gira por el norte de la república, también con algunos compañeros, aquí del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, para difundir esa lucha y la demanda por la libertad y la Justicia para los presos y presas de Atenco.
El compañero Comandante David, el compañero Comandante Tacho, la Compañera Gema, la Compañera Comandanta Hortensia y la compañera Lupita, van a regresar a Chiapas, para llevar su palabra de ustedes y aquí, pendientes de ustedes, van a quedar el Comandante Zebedeo, la Comandanta Grabiela y la Comandanta Miriam. Ellos están diciendo, porque yo les platique la vez que venimos la primera vez, que querían conocer más de la experiencia de la organización de las mujeres, de la salud, de la educación. Si ustedes los invitan, durante las semanas que van a estar aquí, ellos y ellas, podrán venir aquí para platicar con ustedes, y también para conocer más de su lucha.
No importa, compañeros y compañeras, cuanto tiempo tarde, vamos a sacar libre a Nacho, a Felipe, a Galindo, y a todos los presos, y no importa que tarde, vamos a estar con ustedes.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/la-otra-campana/471/
Transcripciones
Palabras del Delegado Zero.
Presentación de los Compañeros y Compañeras Delegados.
Compañeros, compañeras buenas tardes, les voy a presentar a los compañeros que tienen parte también en la Comisión Sexta:
La compañera Comandante Grabiela es la Delegada Una.
El compañero comandante Zebedeo es el Delegado Dos.
La compañera Comandanta Miriam, es la Delegada Tres.
La compañera Gema es la Delegada Cuatro.
La compañera Comandanta Hortensia es la Delegada Cinco.
La compañera Lupita es la Delegada Cinco y Cuarto.
El compañero Comandante David, el Delegado Seis.
Y el compañero Comandante Tacho, el Delegado Siete.
Compañeros y compañeras, estos son algunos de mis jefes, allá en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en las montañas del sureste mexicano. Algunos de ellos nos dirigieron desde el alzamiento, otros después. Durante estos doce años de lucha, casi trece, ellos son los que nos han dirigido y hemos seguido el paso que nos marcan. Ellos tienen un mensaje que traen de las comunidades zapatistas, de nuestras comunidades para el pueblo de Atenco y, especialmente, para los compañeros y compañeras del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Voy a ceder la palabra.
Comandanta Hortensia
Soy la Comandanta Hortensia, Delegada número 5.
Pues a nombre de mis compañeras bases de apoyo, insurgentas, milicianas, y a nombre de todas las compañeras que ocupan diferentes autoridades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, voy a decir algunas palabras para las compañeras presas en las cárceles del mal gobierno.
Nosotras pues, como zapatistas, sabemos que ustedes están luchando. Conocemos cómo han luchado ustedes. Y sabemos pues que están resistiendo. Y pues, así como tiene su plan el mal gobierno de que quiere pues quitar sus tierras, pero ustedes están en resistencia contra sus planes del mal gobierno.
Por eso, la lucha de ustedes pues es muy importante. Como ustedes, hombres y mujeres, han demostrado su resistencia contra los planes del mal gobierno. Pero también venimos a decirles a las compañeras de la Otra Campaña que están presas pues en las cárceles, que son trabajadoras, estudiantes e indígenas —así como nuestra compañera Magdalena que es indígena—.
Pues nosotras las mujeres zapatistas, pues sentimos pues el dolor que sienten, el coraje y la desesperación que, día con día, sufren en la cárcel del mal gobierno. Pero también, venimos a decirles a las compañeras pues que están en la cárcel, es un ejemplo pues para muchas mujeres, cómo han demostrado su resistencia, su rebeldía pues. Porque es un ejemplo cómo han defendido su dignidad, de no rendirse, de no humillarse pues ante los planes del mal gobierno.
Ese ejemplo que tienen las mujeres, es un ejemplo pues muy importante para nosotras y para otras mujeres.
Porque de esa forma lo están demostrando al mal gobierno y la clase política. Ahí se está demostrando pues, que nunca podrán rendir y humillar a las mujeres y a los pueblos pues que están organizados. De esa forma pues, lo están demostrando las mujeres que están en la cárcel.
Pero también queremos decirles a las compañeras que no pierdan la esperanza de que tarde o temprano van a salir libres, porque ustedes no tienen delito pues. Son inocentes. Su único delito es por defender sus tierras, sus derechos. Es por eso nomás están en la cárcel. Pues eso no es justo.
Así como el gobierno las mujeres no somos nada. Por eso muchas veces pues nos ven como objeto nomás. Y nos toman como botín de guerra. Y muchas veces, se reparten pues entre los que reprimen. Pues eso lo que hace el mal gobierno pues es la injusticia que siempre da a los pueblos. Y es la que ha hecho pues para los pueblos indígenas y campesinos.
Pero, en cambio, la clase política que está en el poder. Pues los que dieron la orden de atacar y los que reprimieron al pueblo de Atenco los días 3 y 4 de mayo, pues ellos están libres. No están en la cárcel los verdaderos culpables. Pero eso no está bien así, sino que deben estar en la cárcel ellos, no las mujeres, no los hombres. Porque las mujeres y los hombres pues no tienen delito. Sólo porque defienden su tierra, defienden su territorio. Por eso nomás están en la cárcel.
Pero los que tienen delito son los gobernantes, los que atacaron pues al pueblo. Pues ellos deben estar en la cárcel, no deben estar gobernando como están ahora. Porque ellos los asesinos, los violadores de los derechos humanos y los violadores de mujeres. Pero para ellos, lo que hicieron no es delito para el mal gobierno. Pero es que ya están acostumbrados. Son lo que hacen de por sí durante décadas. Ya se acostumbraron pues, por eso ya no sienten nada.
Porque es lo que ha hecho pues: asesinar, violar a los mexicanos. Por eso ya no sienten que son delitos lo que hicieron. Por eso, compañeras, es lo que ha hecho y está haciendo el mal gobierno. Por eso debemos unir nuestra voz, nuestra fuerza, para exigir pues, el castigo a los culpables, a los verdaderos responsables intelectuales, a los responsables directos pues de los hechos en Atenco. Porque no es justo. Los verdaderos asesinos están libres. Eso lo tienen que pagar sus delitos.
Pero también, como mujeres, debemos seguir con nuestra lucha, cueste lo que cueste. Porque muchas veces, como mujeres, hay muchas cosas que nos impide luchar, participar. Hay muchas cosas, porque somos mujeres, somos indígenas, somos campesinas. Por eso encontramos muchos problemas, muchos obstáculos. Pero ese no debemos pues hacer caso a los obstáculos, sino que debemos buscar la forma cómo luchar, cómo seguir adelante.
Pero lo que nos debe quedar claro es que no debemos pedir permiso a nadie. Mucho menos vamos a pedirle permiso al mal gobierno. Porque los malos gobernantes, pues ellos, si pedimos permiso nunca nos van a dar. Y además, sólo nos traen muchas cosas pues que no es para el bien de los pueblos. Sólo nos prometen cosas, nos engañan, nos manipulan, nos da todo pues lo que no está bien. Es lo que han hecho pues durante muchos años.
Los malos gobernantes nunca se han preocupado para resolver los problemas de los pueblos, sino que han tratado de destruir a los pueblos indígenas y campesinos. Por eso, con los malos gobernantes no debemos ya esperar nada de ellos. Sino que nosotros, los hombres, las mujeres, los niños, los jóvenes, los ancianos, debemos organizar nosotros. Para que tengamos pues lo que queremos.
Pero también, queremos pues decirles nosotras, las mujeres indígenas zapatistas, y las mujeres de la Otra Campaña, debemos buscar la forma cómo luchar y debemos luchar pues por la libertad de los presos y presas de Atenco. Pero no sólo, sino que también debemos luchar por la libertad de todos los presos políticos que están en los diferentes cárceles de México.
Por último, quiero decirles a las mujeres de Atenco, a la compañera Magdalena que es indígena, y a las compañeras de la Otra Campaña, que no se rindan, que no se desaniman. Nosotras, las mujeres zapatistas, estamos con ustedes. Y seguiremos luchando por la libertad de todos ustedes. Por eso, pues nosotras, todas las mujeres zapatistas de Chiapas, estamos con ustedes y lo acompañamos siempre. Es toda mi palabra, muchas gracias.
Comandante David
Muy Buenas tardes compañeros y compañeras del pueblo combativo de San Salvador Atenco. A nombre de las compañeras y compañeros, hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y también a nombre de los compañeros y compañeras de los Consejos Autónomos, de los Municipios Autónomos. Y de las Juntas de Buen Gobierno de las zonas zapatistas.
Compañeros y compañeras, quiero decirles algunas palabras a nombre de todos nuestros compañeros que ya he mencionado. Sabemos de ustedes, conocemos su pueblo, sabemos de sus luchas, pero sabemos sobre todo el dolor y sufrimiento que padecen ustedes.
Ustedes como pueblo campesino, como pueblo pobre, como trabajadores, trabajadoras, han sufrido de alguna manera el desprecio, las persecuciones, las cárceles, las torturas, y hasta la muerte de algunos de sus seres queridos. El delito que tiene ustedes como pueblo, tan solo es defender sus derechos como pueblo. Defender sus tierras, defender su patrimonio. Ese es el delito que tienen ustedes como pueblo, como todos los pueblos. Eso es.
Por eso, entonces, los malos gobernantes, cuando el pueblo empieza a defender su derecho lo que hacen es meterlo a la cárcel, reprimirlos, con el fin de que se quede callado para siempre. Eso es lo que están haciendo los malos gobernantes. Pero ese mismo dolor compañeros y compañeras, que sufren ustedes, eso es exactamente lo que sufrimos todo los pueblos indígenas de todo el país. De todos los campesinos, de todos los obreros y obreras, de toda la clase trabajadora que hay en nuestro país. Sufrimos lo mismo. Sufrimos cárceles, persecuciones, asesinatos o desapariciones.
Todo eso sufre el pueblo compañeros y compañeras. Cualquier pueblo, cualquier hombre o mujer, que levante la voz tiene que ir a la cárcel o tiene que pagar con la muerte. Esto es lo que viven los pueblos de ahora. Y este sufrimiento, este dolor, no es nada nuevo. Lo sufrieron nuestros padres y abuelos. Y hasta la fecha seguimos. Muchos de nosotros nos preguntamos ¿cuándo termina ese dolor y sufrimiento? ¿cuándo? Todo mundo se pregunta. Y la respuesta, como que nadie nos da.
Compañeros y compañeras, el dolor y sufrimiento que tenemos todos, ningún gobierno, de ningún partido, ha querido resolverlo. Porque los que llegan a gobernar no gobiernan para el pueblo. No son gobiernos del pueblo. Tan solo son representantes o fieles títeres de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros. ¿Cuándo ellos van a gobernar para el pueblo y por el pueblo? Si solamente ambicionan en poder y el dinero, sin importar la vida del pueblo, la vida del país. Aunque día y día llenan la boca de decir de que los gobiernos están con el pueblo y luchan por el bienestar del pueblo, no es cierto. Es mentira compañeros.
Tenemos muchos ejemplos en todas partes. En cualquier estado, en cualquier pueblo donde lleguemos, lo único que podemos oír y escuchar son lamentos de nuestros pueblos. De hombres, mujeres, de niños y jóvenes. Donde quiera hay dolor y sufrimiento. Compañeros, compañeras, ese dolor, ese sufrimiento que tenemos, no tendrá solución si el mismo pueblo no se organiza, si el mismo pueblo no toma conciencia de su realidad. Porque de allá arriba, jamás vendrá la solución de nuestros problemas y necesidades. Jamás.
Entonces, estamos claros que la solución está en las manos del pueblo, está en el mismo pueblo. Está en los hombres y mujeres valientes. Está en los niños, está en los jóvenes y ancianos, quienes quieren, de veras, un pueblo, un país justo, democrático —como dicen los partidos—. Pero de otra parte no vendrá nuestra libertad, no vendrá la democracia y la justicia. Está en las manos del pueblo. Está en todos los pobres. Está en toda la gente honesta, en toda la gente que de veras ama a nuestra patria. Está ahí la solución. Pero de los partidos, de los malos gobernantes, jamás vendrá la libertad de nuestros pueblos.
Esos gobernantes, esos que están en el poder, sólo van a estar entregando a nuestro país en manos extranjeras. Van a seguir saqueando la riqueza de nuestra nación, mientras el pueblo se queda con el hambre y la miseria. Mientras ellos les va a sobrar de todo. Eso es lo que van a hacer. Van a seguir entregando a nuestro país a las grandes empresas nacionales y extranjeras. Eso es lo que van a hacer, eso es lo que están haciendo.
Entonces, ¿cuándo podemos esperar la solución de nuestros problemas?, ¿cuándo se van a responder, cuando se van a solucionar las justas demandas de nuestro pueblo? No, compañeros y compañeras. Si nosotros como pueblo, si nosotros como pueblo y trabajadores, si nosotros como indígenas y campesinos, si no nos organizamos, si no luchamos, vamos a vivir toda la vida jodidos, como decimos.
Por eso, compañeros, compañeras, el único camino que tenemos es organizarnos, es unirnos, es no callar ante las agresiones, ante las amenazas de los malos gobernantes. Así como hacen ustedes, los compañeros y compañeras de San Salvador Atenco, han defendido sus tierras, su patrimonio, sus derechos como pueblo. Hombres, mujeres, niños y jóvenes, eso es la única manera, la única forma para poder defendernos.
Entonces, que no nos olvidemos. Que tengámoslo bien claro: la solución de nuestros problemas está en nuestras manos. Está en la organización, está en la unidad de todos. Está en la toma de conciencia. Ahí está la solución, hermanos y hermanas. Por eso, para nosotros, como ustedes de San Salvador Atenco, les decía en un principio, tenemos conocimiento de sus luchas, un poco de su historia —no mucho—, pero tenemos la idea de que ustedes han venido luchando siempre por defender sus derechos.
Por eso les queremos decirles, y esto es precisamente el mensaje que traemos para ustedes de nuestras bases, de nuestros pueblos zapatistas, de que ustedes no se rindan y no se vendan. De que ustedes, como pobres, como campesinos, como trabajadores y trabajadoras, que nadie se venda, ni se rindan. Sabemos que cada día aumentan las amenazas y las persecuciones de parte de los malos gobernantes. Pero les pedimos que no se rindan, no se humillen.
Ustedes como pueblo y como todos tenemos el derecho de reclamar la justicia, la libertad. De que algún día de veras seamos tomados en cuenta. Porque somos pueblos, porque somos parte de la nación. No podemos estar callados ante las injusticias, ante la explotación, ante la destrucción de nuestro país. No podemos estar callados. Tenemos ese deber y obligación de levantar nuestra voz, de unir nuestra fuerza para luchar por la libertad de nuestra patria, por el bien de nuestra nación. Tenemos ese deber y obligación.
Lo que nos da tristeza es que hay muchas veces en los pueblos cuando muchos no alcanzan a entender —de veras y nos da tristeza—, hay hermanos y hermanas, hay compañeros y compañeras, que todavía no llegan a entender de que nosotros como ciudadanos, como hombres y mujeres, tenemos ese deber de luchar y de organizarnos. Y cuando no todos llegamos a entender, por eso muchas veces viene la división, vienen las contradicciones. Hay hermanos y hermanas de cada pueblo nos empiezan a atacar, nos empiezan a contradecir. Nos empiezan a decir que somos unos alborotadores. Que somos unos locos, que sólo queremos causar desorden en nuestro pueblo.
Pero queremos decirles a todos, a todos los pueblos: nosotros, no sólo porque queremos alborotar a la gente, o porque seamos unos locos que no entendemos la razón. No compañeros y compañeras. Nosotros, y ustedes, los que estamos en la lucha es porque llegamos ya a entender de que como pueblos, de que como seres humanos, debemos vivir honestamente y dignamente pues. No podemos vivir bajo las órdenes de los que siempre allá arriba mandan y ordenan la destrucción de nuestro país.
Nosotros como pueblo tenemos ese derecho de que nos organicemos. De que el mismo pueblo se organice y se gobierne. No vamos a estar para siempre bajo las órdenes de unos personajes que siempre ambicionan sólo el poder y el dinero. Y que a costa de todos los pueblos, se llenan sus bolsas de dinero. Y quieren estar para siempre en el poder, mientras el pueblo va a seguir con el hambre y la miseria.
Hermanos, compañeros y compañeras, pues éste es entonces el mensaje que les traemos de parte de nuestros pueblos. Que no se rindan, que no se vendan. Que sigan organizándose, que se mantengan unidos. Que se mantengan firmes, a pesar de las grandes amenazas y persecuciones que tienen. Eso es lo que queremos decirles.
Y no los vamos a dejar solos. A Salvador Atenco, con sus luchas, con su resistencia y con todo lo que tiene que hacer. No los vamos a dejar solos hermanos y hermanas. Vamos a estar cerca de ustedes. Vamos a estar pendientes de ustedes. Y para esto, lo que les estoy diciendo compañeros y compañeras, vamos a dejar una pequeña comisión que va a estar cerca de ustedes. En la capital de nuestro país van a permanecer compañeros comandantes y comandantas. Y precisamente va a quedar la Comandanta Grabiela, la Comandanta Miriam y el Comandante Zebedeo. Van a permanecer aquí en la capital de nuestro país, para estar pendientes de lo que suceda en sus pueblos, en San Salvador Atenco, sobre todo.
Pues así es pues compañeros y compañeras. Van a estar aquí unos compañeros que van a estar pendientes de ustedes también. Porque sabemos que ustedes están luchando, están defendiendo una justa causa. Eso es lo que queremos. Que haya muchos compañeros y compañeras por todos lados. Porque esta situación en que vivimos, no se va a poder cambiar si los pueblos no se organizan. Porque los que están gobernando —como ya les dije hace rato—, solamente están defendiendo un sistema injusto que es el sistema capitalista y neoliberal. Es lo que está destruyendo y acabando nuestro país. Y esos gobiernos, esos partidos políticos, son el sostén de este sistema injusto pues.
Para acabar con ese sistema injusto, solamente si los pueblos se organizan y luchan por cambiar pues. Solamente así compañeros y compañeras. Porque de otra manera, vamos a seguir siendo siempre explotados, humillados y olvidados. Mientras ellos, los que tienen el poder, van a estar cada vez más ricos. Y los pobres que somos, vamos a ser cada vez más pobres y jodidos. Por eso, entonces, vamos a tener que organizarnos como el único camino que tenemos todos.
No importa de qué pueblo, de qué estado. Lo que se necesita es la unidad de todos. Es la organización de todos. Cada quien en su pueblo, en su estado, en su propio pueblo donde ha nacido y crecido, allí tenemos la tarea. Allí tenemos que dar la lucha compañeros y compañeras. Pero todos, coordinados. Solamente así, algún día vamos a poder ver nuestra patria libre. Nuestros pueblos que tengan los derechos que merecen. Pero de otra manera, no. Siempre vamos a estar los campesinos sin derecho a la tierra, sin derecho a la salud y educación. A los trabajadores, sin derecho a un trabajo digno, a un salario justo y a todas las prestaciones de vida.
Entonces, no vamos a tener si nosotros los pueblos no nos organicemos. Entonces, por eso les pedimos pues, de que ustedes también aquí sigan organizándose. Sigan uniéndose y sigan hablando con los demás hermanos que todavía no alcanzan a entender. Esperamos que algún día llegan a entender también. Y van a estar con nosotros, van a luchar con nosotros. Si hasta ahora no alcanzan a entender es porque los grandes políticos y los malos gobernantes también están allí duro y duro para que no se den cuenta de la realidad. Buscan mil maneras para adormecer a los pueblos, para confundirlos, para calmarlos. Eso es lo que están haciendo los malos gobernantes en todas partes. Y tratan de dividir a los pueblos, para que entre pueblos se peleen, para que entre pueblos se maten. Eso es lo que están buscando los malos gobernantes y los partidos políticos. Quieren que nos dividamos, quieren que peleemos entre hermanos. Y nosotros vamos a luchar, entonces, por despertar la conciencia de nuestros compañeros y compañeras para que algún día de veras nos unamos como hermanos, nos unamos como compañeros de lucha, pero con un solo objetivo. Eso es lo que vamos a decirles entonces. Eso es el mensaje que traemos.
Entonces, vamos a seguir pendientes de ustedes. Como ya les dije, los compañeros van a permanecer en la capital. Y mientras, nosotros vamos a seguir otras actividades. Y además de todo eso, para que se difunda a nivel nacional e internacional. Para que todo mundo sepa lo que han vivido, lo que viven ustedes en San Salvador Atenco, de todo lo que ha pasado, vamos a tratar de difundir a nivel mundial, a nivel pues internacional. Vamos a tratar de abrir los caracoles, para que desde ahí, vamos a dar las informaciones. Vamos a difundir pues sus luchas, su resistencia. Pero necesitamos que ustedes sigan adelante pues compañeros y compañeras.
Entonces, a ver cuando tengamos oportunidad de estar con ustedes, vamos a estar con ustedes. Pero aunque no estemos aquí físicamente, sépanlo que vamos a estar. Aunque estemos de alguna parte, pero de corazón y de espíritu aquí vamos a estar con ustedes. Pues es lo que queremos decirles, hermanos y hermanas, compañeros y compañeras. Entonces, sigamos adelante. Digamos: ni un paso atrás, compañeros. Esto es lo que quiero decirles. Entonces, pues esa es mis pequeñas palabras y muchas gracias por escucharme pues. Gracias compañeros.
Comandante Tacho
Buenas tardes compañeros y compañeras. Soy el compañero Tacho, Delegado 7 y, en nombre de nuestros compañeros y compañeras bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, queremos dirigirles unas palabras.
Compañeros y compañeras, niños, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres dignos, combativos, del pueblo de Atenco. Nosotros, comandantes y comandantas hemos sido nombrados por nuestros compañeros bases de apoyo parte de la dirección política del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, Comandancia General. Hemos venido para hablar con ustedes. El cual hemos recibido la orden de nuestros compañeros y compañeras de nuestros pueblos, bases de apoyo, y estamos cumpliendo. Y aquí estamos con ustedes.
Sabemos de la constante lucha que ustedes han emprendido y han decidido desde años anteriores, cuando aquí, en estos suelos y bajo este cielo, del pueblo de San Salvador Atenco, el mal gobierno intentó construir un aeropuerto. El cual, sabemos, que a ustedes sólo se les ofreció 8 pesos por metro cuadrado, cuando este mal gobierno iba a vender, por lo menos, decimos que a 200 pesos. El cual, ellos se iban a enriquecer a costa de ustedes los campesinos y campesinas de este digno pueblo de San Salvador Atenco.
La difícil y larga batalla que ustedes han emprendido, estuvimos pendientes de esta larga lucha, de esta larga batalla y de esta difícil decisión que ustedes tomaron para defender las tierras.
Nosotros sabemos que sin la voluntad de ustedes, los gobiernos han atentado contra la voluntad de este pueblo de San Salvador Atenco, el cual ustedes decidieron resistirse y defender hasta el último momento, con todas las consecuencias que venían posteriormente. Esa decisión que ustedes tomaron, fue ejemplo para muchos campesinos e indígenas, campesinas e indígenas, hombres y mujeres.
Porque en los distintos puntos del territorio nacional esto que pasó en este pueblo, está ocurriendo en otros lados de nuestro territorio nacional. Con otras formas, pero con las mismas mañas. Es decir, que a los campesinos e indígenas de estos suelos quieren despojarnos, con la intención —otra vez— una nueva conquista, como en tiempos del porfiriato. Pero ahora con sus famosos programas y proyectos, empezando por Procede. Es decir, como un programa, y luego sigue el Procecom.
Estos son instrucciones de su patrón, de sus amos de estos malos gobiernos. Nosotros ya les caímos, ya sabemos lo que intentan hacer con las comunidades, con los campesinos, las campesinas, los trabajadores, los ejidatarios, los comuneros. Eso es lo que pretenden hacer. Todo esto que ha ocurrido con ustedes. Estos capataces de los gobiernos están cumpliendo las órdenes de su amo y patrón. Pero no sólo nos quieren quitar la tierra, nos quieren en nuestros suelos, ser sus esclavos. Porque nos quieren quitar las tierras, las aguas, los manantiales, los ríos, los lagos y todo lo que en ella encierra. Nos quieren quitar nuestra cultura.
Nos quieren hacer que nosotros creamos que todos somos iguales, y no es cierto. Nosotros sabemos que no. Que hay una desigualdad, porque unos, los capitalistas, los que conforman este sistema capitalista, son ricos. Y la mayoría de mexicanos somos pobres. No podemos nosotros aceptar de que somos iguales. No es cierto compañeros y compañeras. Hay una desigualdad muy grande. Nosotros no tenemos nada. Y por eso luchamos. Porque somos dignos de poseerlas.
Así como ustedes son dueños de la tierra y todo lo que en ella encierra, pues igual, todos tenemos derechos. No sólo los capitalistas, no sólo los que tienen dinero van a poder hacer sus cosas. No, nosotros también. Ustedes, y todos los mexicanos más empobrecidos de estas tierras tenemos derecho. Sólo que ahora no los están intentando arrebatar, y nosotros, ustedes, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, por eso luchamos. Para otra vez volver a su lugar —como dijo nuestro General en Jefe Don Emiliano Zapata—, que la tierra sea para quien la trabaja. Que realmente sea eso y que no nos arrebate este sistema, los dueños del dinero, el capitalismo.
Estos planes de estos malos gobiernos es para destruirnos, es para acabarnos, es para que sus planes se puedan llevar a cabo, con los otros gobiernos de los países ya no sólo capitalistas. Son el nuevo grupo de ricos, el cual los identificamos como el neoliberalismo. Lo que quieren es que las mejores tierras, que los mejores lugares más bonitos donde vivamos, puedan poner sus centros de diversión, sus centros turísticos. Sus grandes tiendas, sus grandes negocios, sus grandes comercios. Eso es lo que pretenden hacer.
Nosotros no los vamos a dejar. Vamos a luchar hasta las últimas consecuencias, así como ustedes han luchado hasta las últimas consecuencias. Nosotros sabemos que ustedes, los compañeros y las compañeras de San Salvador Atenco, por defender a otros campesinos, a otros compañeros productores de flores, la soberbia del enemigo cobró lo que ustedes ganaron antes, cuando no los dejaron hacer la pista de aviación. Tomó venganza el mal gobierno y, por eso, hay compañeros y compañeras injustamente encarcelados. Su delito es por luchar y defender.
Nosotros sabemos que la difícil situación que ustedes —por culpa del mal gobierno— han sufrido, compañeros y compañeras: violaciones, torturas, golpes, asesinatos, persecución. Todo eso ustedes han sufrido. Nosotros sabemos de compañeros dirigentes de ustedes, como el compañero Ignacio del Valle, como el compañero Felipe y el compañero Galindo. Están en las cárceles de alta seguridad, como si fueran unos criminales. Y los que verdaderamente son se pasean y viajan en otros países.
Nosotros, los que luchamos por nuestros derechos, para defender lo que nos corresponde, eso sí, para nosotros la cárcel, para nosotros la muerte, para nosotros la persecución.
Nosotros, ustedes compañeros y compañeras de San Salvador Atenco han sido un ejemplo para muchos y muchas compañeras, y lo han demostrado. Y hoy, venimos a decirles compañeros y compañeras de este digno y heroico pueblo de Atenco que, en nombre de nuestros compañeros bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños, les decimos que no los vamos a dejar solos. Que no los vamos a abandonar. Que vamos a seguir luchando por nuestros compañeros presos y presas, hasta conseguir que sean libres de las cárceles.
También queremos decirles que no se confíen de los políticos de los partidos políticos, porque esos son hijos y son productos de este sistema capitalista. No van a hacer nada en favor de nosotros. Y aquí, en San Salvador Atenco nos lo han demostrado. Que no importa quién esté en el poder, sólo basta que estén, porque ejercen las mismas instrucciones que les dá su amo y patrón. Por eso les decimos a ustedes que no se confíen de esos políticos de los partidos políticos. Eso sí, les decimos eso porque ellos sólo cumplen órdenes y están dispuestos a cometer y a hacer injusticias ante nuestro pueblo, como aquí en San Salvador Atenco.
Nosotros, el Ejército Zapatista, queremos decirles a ustedes que sigan luchando, que no se vayan a rendir, porque nosotros vamos a seguir luchando con ustedes, y por nuestros compañeros y compañeras presas que hoy están privados de su libertad. Esos políticos sólo se cambian de nombre y tienen la misma cara. Son producto de un sistema creado por más de 70 años y sólo se están poniendo los nombres. Y son los mismos. En ellos no vamos a esperar nada, porque no harán nada por nosotros.
Nosotros tenemos que luchar, nosotros tenemos que buscar lo que realmente merecemos y lo que nos corresponde por derecho. No dejemos compañeros que nos arrebaten. No dejemos engañarnos. Sigamos luchando. Los llamamos a todos a que no se rindan, a que sigamos luchando. Y que ustedes, les pedimos, que ni un paso atrás. Muchas gracias.
Palabras de la Comandante Gema
Compañeros, muy buenas tardes a todos en general. Compañeras y compañeros.
Hoy en este día que estamos aquí en San Salvador Atenco venimos a presentar a nuestras compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Hoy aquí estoy, soy la delegada zero, el numero cuatro. Les voy a platicar como nosotros las compañeras, allá en Chiapas, o sea las compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, porqué nosotros las mujeres, como empezamos a organizarnos. Nosotros, las mujeres, empezamos a organizarnos para que seamos respetado, porque ya llevamos muchos, muchos años que el mal gobierno pues no nos reconoce como mujer indígena. Nosotras como mujeres, las indígenas, pues nos tiene muy olvidado, no nos reconoce, no nos ha tomado en cuenta, no nos, no nos a dado el derecho a ocupar en otros puestos pues, que nosotros también podemos dirigir, pensar, opinar. Por eso nosotras las mujeres, pues nos empezamos a organizarnos.
Ahora nosotros, pues más o menos ya estamos dando el paso cada día, allá en estado de Chiapas, las compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que también ese nos a dado pues, el, el ejemplo pues también a otras compañeras luchadoras de mucho más antes, de que también se organizaron, y también nosotros tomamos ese ejemplo para seguir adelante. Y atrás de nosotros vendrán otras compañeras, así como ustedes, pues han dado ese paso también a organizarse, a luchar, a demostrar con el mal gobierno, que también en todas partes de nuestro territorio, que es México, que también las compañeras indígenas, sea indígenas o no indígenas, pero también todo valemos y podemos opinar y pensar y participar, no sólo a los compañeros hombres, que también ellos tienen esa libertad, sino que también nosotras las mujeres podemos pensar y opinar, dirigir, según el cargo que nos de nuestros pueblos. No nosotros vamos a buscar cargo, sino que el pueblo nos ha dado también ese, ese, esa libertad pues, de participar.
Y ahora pues allá, también las compañeras les queremos platicar para que ustedes escuchen que también ya, allá han dado unos pasos, porque también ya empiecen a ocupar cargos de la Junta de Buen Gobierno las compañeras mujeres, también se está organizando para que también sigan adelante, en, en todo, en todos los trabajos. Por ejemplo, en los promotores de educación o las promotoras de salud, pues también nos estamos trabajando allá con las compañeras, y en otros trabajos organizativo, en artesanía o en trabajo de, de, de las compañeras pues, como parteras, herbolaria y en huesero pues, o sea se está organizando para, para ver pues, para, porque el mal gobierno no nos a tomado en cuenta, no nos ha reconocido pues nosotros, que nosotros nos levantamos en armas el 1 de enero 94, que nosotras las mujeres, pues principalmente en cada momento, en cada día, pues lo necesitamos, lo que es la salud en todo momento, porque sin la salud, pues también nosotros no podemos hacer nada, y eso pues esas compañera, cada día que sufren con sus hijos y sus hijas, principalmente a las mujeres, porque también sufrimos por el parto y otras enfermedades, pues esas compañeras, se están organizando para trabajar, para, o sea, para, para atender pues en los, en las enfermedades simples, que no, que no necesita un médico. Pero en enfermedades que son peligrosas que necesita un médico, pues las compañeras, pues si ya salen a acudir a un médico, a un hospital, pero también se están organizando en otros trabajos, como ya dije.
Y eso queremos que también a ustedes compañeras de San Salvador Atenco, que no se desanimen, que nosotros también le estamos apoyando, aquí estamos con ustedes y esperamos que ustedes no se dejan, si ya tienen un trabajo organizativo, pues sigan adelante, y ustedes van a ver que trabajos podrán hacer más para avanzar y para resistir.
Y esperamos que ustedes, que no se rindan, aunque las compañeras han sufrido, nosotros lo escuchamos, lo vimos, lo sentimos también ese, ese dolor el día 3 del 4 de mayo, eso nosotros nos dolió mucho también como mujeres, y eso nos da mucho coraje que el gobierno, que el gobierno en ellos pues andan en la calle tranquilo con su familia, mientras a otras compañeras están en la cárcel por defender la justa causa, por su lucha o por defender la tierra, y eso a nosotras como mujeres, ese nos da mucho coraje.
Y no, nos vamos a dejarnos pues, que nos manipula, que nos ve como un objeto o como su, o que nos ve como un animal, no compañeras, nosotros tenemos ya el derecho que, de luchar, y ya empezamos hoy compañeras, o ya empezamos hace muchos años y, ese no nos vamos a dejarnos a que los gobiernos y a la policía que nos siga asustando, manipulando.
Ya no vamos a permitirnos a que nos haga como ellos quiero, quieren esos malos gobernantes, tenemos que demostrar nosotros, incluso, así como ustedes, hay muchas compañeras, que, que están en la cárcel pues, pues, esperamos también a las compañeras que les llegue este mensaje, que nosotros que estamos cada uno en sus corazones, hombres y mujeres.
Esperamos también compañeras, que sigan adelante, aunque como dice el gobierno, que nosotros no tenemos el derecho de hablar, de participar, como mujer, no es cierto compañeras, nosotros vamos a luchar si con ley o sin ley, pero ya empezamos. Nosotros tenemos que ir construyendo lo que nosotros queremos ¿quién lo va a construir?: nosotros como mujeres, hombres en general, niños y niñas, porque también las compañeras que ya son de mayores de edad, pues son ellas, son ejemplares que van a dar ese ejemplo con sus hijas y con los que vendrán, en los que no están presentes todavía, pero son ellas, son ejemplares.
Por eso compañeras les pedimos, las compañeras de San Salvador Atenco tienen que estar bien puesto, pase lo que pase, nosotros también allá, con las compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, pues también estamos al lado de ustedes y no los vamos a dejarles solos.
Y también les decimos a las compañeras que están en la cárcel, los compañeros, que también tienen que estar firme su corazón, su conciencia, su moral, porque han demostrado con el pueblo de México, el mundo, que están en la cárcel, pero están luchando, y están luchando por una causa justa, para defender la tierra.
Y también les pedimos a las compañeras, sus familiares, a las compañeras y los compañeros que están en la cárcel, que no se desanimen, aquí estamos con ustedes compañera, también los compañeros que sufrieron en esos momentos el 3, el 4 de mayo, pues también les agradecemos que ellos están firme y que sigan adelante.
También les pedimos a las compañeras de San Salvador Atenco y a todo en general, que sigan adelante compañeros, que luchen y que no se desanimen, así es el malos gobernantes, cuando nosotros luchamos por una justa, por una justa, digna, pues, pues nos responde pues a balazos, pero eso no vamos a tenerle miedo, que lo escuche bien, a esos, a esas, a esos federales, la policía, y el gobierno, que nosotros no tenemos miedo la bala. No compañeros, pase lo que pase, si nos quiere acabar, pues ya somos mucho en todos países, en todos los, en todas partes pues de nuestro territorio que es México, pues ya hay muchos compañeros que ya están organizadas y participando. No compañeras, no vamos a tenerles miedo a esos gobiernos, y ya no nos vamos a dejarnos como mujer que nos haga todo lo que ellos quieren.
Y no vamos a tenerles miedos pues que, como nos dice, nosotros las mujeres, pues somos más, más olvidadas pues, pero es en donde vamos a demostrarle pues el gobierno que no tenemos miedo la cárcel, así como esas compañeras que sufrieron, pues lo están demostrando ahora que ellos están firmes pues y siguen adelante con nosotros, y también a nosotros las zapatistas, pues ahí estamos.
Y es todo mi palabra, compañeros, espero que entendieron algo de que nosotros, que lo traemos allá en, en estado de Chiapas, y es todo compañeros y les agradezco mucho, y me da mucho gusto de estar con ustedes, porque aquí estamos personalmente, aunque no están todas las compañeras bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, pero aquí estamos nosotros. Pues es el mensaje que venimos a dejarles a ustedes compañero y me da mucho gusto que estar con ustedes y que sigan adelante y que no se desanimen compañero.
Palabras del Comandante Zebedeo
Por último el Comandante Zebedeo.
Buenas tardes compañeras y compañeros, niños, jóvenes, ancianas y ancianos.
En el nombre de los pueblos en lucha y en resistencia, bases de apoyo de nuestro Ejército Zapatista de Liberación Nacional, me han asignado, me han nombrado, pues, de quedarme con ustedes, conocerlos, conocernos. Y si ustedes nos invitan a una plática, también les voy a compartir o les vamos a compartir con las dos compañeras, compañeras, y el servidor de ustedes, de las experiencias que tenemos de cómo estamos también allá caminando, construyendo la esperanza, construyendo el futuro y enseñarles a nuestros niños de que también ellos aprendan a luchar , porque luchar no se aprende en la escuela, en la escuela, a veces sólo aprenden allí el individualismo, -me estoy refiriendo de la escuela oficial-, porque también dentro de la autonomía también tenemos educación, y pues yo voy a estar pendiente por ustedes, mientras el compañero Subcomandante Insurgente Marcos también hace su cometido, lo que el mundo ya sabe.
Pues como ya fueron mensajeados de que vamos a seguir luchando por la liberación del compañero Ignacio del Valle, creo que de cariño, le decimos Nacho del Valle, también a los compañeros y otros compañeros presos. Vamos a seguir en pie de lucha, que no resignemos nuestra lucha, que esos machetes que veo yo en las manos del lado izquierdo, que mantengamos ese callo en las palmas, nuestra mano para defender la tierra, para trabajar la tierra, para producir el alimento básico del pueblo, ya que si no hay ese alimento básico, pues pierde la resistencia del pueblo, se acaba el futuro.
Compañeros y compañeras, es una alegría estar con ustedes, me gusta conocerlos, les decía al principio, y pues, repito, si ustedes invitan en los domingos, tal vez lunes, a sábado, tal vez no, porque también ustedes se ocupan en el trabajo de diferentes trabajos que nos ocupamos para mantener la familia, pero en los domingos, si ustedes nos invitan, aquí estoy con ustedes, ya les dije, a compartirles.
Creo que es el único camino que tenemos que seguir adelante, ya todo las palabras que dijeron los compañeros Comandantes, Comandantes presentes en frente de ustedes, ya no va haber otra esperanza si no nace la luz en el corazón de cada uno de ustedes, a cada uno de nosotros.
Podemos pensar el tiempo de Carlos Salinas nos ofreció modernidad, no hubo nada. Llegó Zédillo, ofreció bienestar familiar, también no hubo nada. Luego llegó un marrano que dijo en su campaña: hoy, hoy, hoy; y no hubo nada. Luego otra vez estamos esperando otro mentiroso que un gobierno de empleo, que nunca va a haber el empleo. Si nosotros no vamos a inventar ese trabajo, ese bienestar, en nuestros pueblos, en nuestras comunidades, en nuestro estado, en nuestro municipio, en nuestro país, jamás va haber esa esperanza.
Pues es todo compañeros, y es una alegría estar con ustedes y muchas gracias.
Palabras del Delegado Zero al final del acto.
Compañeros y Compañeras de Atenco y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, como lo anunció el Comandante David, el día de mañana empezamos una campaña nacional e internacional por la libertad y la justicia para los presos y presas de Atenco.
El día de mañana se abren los caracoles y empieza a difundirse ahí, la lucha de Atenco y las injusticias cometidas por el mal gobierno.
El 30, 31 de diciembre y el 1 y el 2 de enero, en el marco del 13 aniversario del alzamiento, va haber un Encuentro Internacional de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, donde también vamos a difundir esta lucha. Y el día 9 de octubre empezamos la gira por el norte de la república, también con algunos compañeros, aquí del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, para difundir esa lucha y la demanda por la libertad y la Justicia para los presos y presas de Atenco.
El compañero Comandante David, el compañero Comandante Tacho, la Compañera Gema, la Compañera Comandanta Hortensia y la compañera Lupita, van a regresar a Chiapas, para llevar su palabra de ustedes y aquí, pendientes de ustedes, van a quedar el Comandante Zebedeo, la Comandanta Grabiela y la Comandanta Miriam. Ellos están diciendo, porque yo les platique la vez que venimos la primera vez, que querían conocer más de la experiencia de la organización de las mujeres, de la salud, de la educación. Si ustedes los invitan, durante las semanas que van a estar aquí, ellos y ellas, podrán venir aquí para platicar con ustedes, y también para conocer más de su lucha.
No importa, compañeros y compañeras, cuanto tiempo tarde, vamos a sacar libre a Nacho, a Felipe, a Galindo, y a todos los presos, y no importa que tarde, vamos a estar con ustedes.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
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